Vivir por una Causa

25.03.2025

"Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia."
— Filipenses 1:21 (RV1960)

¿Qué significa "Vivir por una causa"?

Antes de adentrarnos en esta reflexión, es fundamental entender a qué nos referimos con la expresión "vivir por una causa".

Según la Real Academia Española (RAE), causa puede significar varias cosas, pero aquí nos enfocamos en:

"Empresa o doctrina en que se toma interés o partido."

Otra forma de verlo es a través del concepto de causa final: el fin por el cual hacemos algo. Es decir, nuestro propósito o motivo profundo.

En resumen, "vivir por una causa" significa tener un propósito, un proyecto o un ideal que motiva y guía nuestra vida, aquello que da sentido a lo que somos y hacemos.

Reflexionando en Filipenses 1:21

Leamos la Palabra:

"Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia."

Aquí habla el apóstol Pablo, y su mensaje es profundamente revolucionario. Veamos cómo:

  • El vivir = Cristo
    Pablo no dice que Cristo sea la causa de su vida, sino que Cristo es su vida. Esto va más allá de un simple motivo: Él es la esencia misma de su existencia.

  • El morir = ganancia
    ¿Cómo es posible que la muerte sea una ganancia? Lo veremos.

Pero antes, te pregunto:

¿Tú tienes una causa?

La importancia de tener una causa

Especialmente para los jóvenes, esta pregunta es crucial. La mayoría de las decisiones que tomen ahora definirán su futuro. Y si no eres joven, seguro sabes, por experiencia, lo valioso de mantener una dirección clara en la vida.

¿Tienes un propósito definido? ¿Un "por qué" para vivir? O acaso prefieres el famoso "Carpe Diem", vivir el momento sin pensar en el futuro.

Salmos 90:12 nos recuerda:

"Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría."

¿Qué pasa si no tienes una causa?

Desafortunadamente, hay dos grandes problemas al respecto:

  1. No se habla seriamente del peligro de vivir sin una causa.
  2. Tampoco se valora suficientemente lo especial que es la causa de Cristo.

Consecuencias de vivir sin una causa

Primero, la muerte es inminente e inevitable:

Hebreos 9:27
"Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio."

No hay excepción. Al morir, todos nos encontraremos con Cristo, y ese encuentro determinará nuestro destino: la gloria o la condena eterna.

Segundo, vivir sin una causa genera vacío y tristeza. Estudios modernos lo confirman: la falta de metas produce una especie de depresión silenciosa y falta de sentido.

Esto no es nuevo. El rey Salomón lo vivió y lo dejó escrito en Eclesiastés. Probó encontrar sentido en:

  • La sabiduría y la filosofía
  • La alegría y el placer
  • El alcohol
  • Las posesiones y los lujos
  • Entre otras cosas

Y concluyó:

Eclesiastés 2:11
"Miré yo luego todas las obras que habían hecho mis manos... y he aquí, todo era vanidad y aflicción de espíritu, y sin provecho debajo del sol."

Si tu causa es cualquier cosa pasajera, estás construyendo sobre arena.


Si tu causa es cualquier cosa pasajera, estás construyendo sobre arena

La causa única que vale la pena: Cristo

Jesús mismo nos presenta el valor incomparable del Reino de Dios:

Mateo 13:44
"El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene y compra aquel campo."

Mateo 13:45-46
"También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas, y hallando una perla preciosa, vendió todo lo que tenía y la compró."

Muchos no se entregan a Cristo porque no conocen lo hermoso que Él es, ni lo maravilloso que es seguirle.

Cristo es hermoso y seguirle es un privilegio

Durante la Reforma, William Tyndale tuvo un diálogo que muestra el poder transformador de una causa:

Si Dios me permite vivir, ningún muchacho que use un arado tardará en conocer las Escrituras mejor que los sacerdotes.

Tyndale pagó con su vida —fue quemado en la hoguera— por seguir esa causa.

Y hoy, a pesar del sufrimiento y persecución que viven nuestros hermanos en Cristo alrededor del mundo, ellos se mantienen firmes por la causa de Cristo.

¿No será que ya conocen ese "tesoro escondido" que tú aún no hallas?

Conclusión: una vida con propósito en Cristo

Muchos se dicen cristianos, pero... ¿cuántos están realmente dispuestos a morir para que Cristo viva en ellos?

Gálatas 2:20
"Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí..."

Pablo murió a sí mismo, a sus deseos y planes. Su única causa ahora era Cristo.

Finalmente, recordemos las palabras que cerraron el libro escrito por aquel que probó todo en la búsqueda de sentido:

Eclesiastés 12:13
"El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre."

Te invitamos a reflexionar

¿Tienes una causa que dé sentido a tu vida? ¿Has encontrado en Cristo ese propósito que trasciende todo?

Vivir por Cristo es vivir con plenitud y esperanza real. Te animamos a tomar esta causa, porque ¡vivir por una causa es vivir para Cristo!